Editorial

La Carta d’Ottawa menciona que la salud se crea en el contexto de la vida cuotidiana, donde aprendemos, trabajamos, jugamos y queremos. Por tanto, se reconoce la persona como la principal fuente de salud. Al mismo tiempo, la salud y su mantenimiento se perciben cada vez más como una inversión y un reto social, ya que la investigación nos indica que existen pruebas convincentes del hecho que promover la salud resulta eficiente. Así, las estrategias de promoción de la salud se vehiculan a través de la formulación de políticas públicas, al fortalecimiento y la participación de las acciones comunitarias, la creación de entornos favorables a la salud, tanto en su dimensión física, social, psicológica como recreativa, el desarrollo de aptitudes y habilidades personales para tomar decisiones saludables y la reorientación de los servicios de salud.

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